- 14 septiembre, 2022
- Escrito por: Ariadna
- Categoría: Cambio Paradigma
Hoy voy a presentarte una metáfora que explica el cómo llego a donde quiero.
Hay dos tipos de juego: el real y el ilusorio.
El juego real implica que realmente siempre estoy en el lugar a donde quiero.
El inicio, el camino y la meta es lo mismo.
Nunca he dejado de ser. Nunca he estado solo. Nunca he necesitado nada.
No hay tiempo, no hay espacio. Inmutable, invulnerable, completa y eterna en todo momento. Siempre está conmigo todo lo que quiero y deseo. Ya soy una con el juego. Soy el juego en sí. Soy todas las partes que lo componen.
Este es el tipo de juego que ya les he venido platicando en mis blogs anteriores. Donde realmente ya somos lo que queremos, es sólo que no lo vemos con nuestros ojos físicos.
Por otro lado, tenemos el juego de la ilusión. Donde puedo fraccionarme para vivir experiencias de todo tipo.
En este juego aparentemente hay algo que alcanzar, crear o tener.
Aquí puedes creer “no ser”, es decir: puedes “no ser feliz”, y por eso puedes elegir la meta de “ser feliz”. Puedes “no tener” y por eso elegir la meta de “tener”.
De hecho, el juego está hecho para eso: para hacerte desear cosas, haciéndote creer que no eres, no tienes y que necesitas hacer algo para obtenerlo.
Aquí presento elementos que me ayudarán en el juego de la ilusión.
El primero y más importante de mis recursos son mis EMOCIONES.
- Emoción positiva: acelerador con GPS incluido.
- Emoción negativa: freno y desvío constante porque no trae GPS incluido.
El segundo elemento MI ATENCIÓN.
Cada emoción se genera de acuerdo con el objeto de mi atención. Dónde está mi atención ahí estás generando movimiento, expansión y creación. Por eso la pregunta es: ¿dónde está mi atención?,
Cuidado con prestar atención a lo que no quiero, no deseo o no puedo; porque retraso mi camino hacia lo que quiero y experimento emociones negativas que me frenan o desvían.
Tengo el poder de enfocarte, y esto funciona como ACELERADOR. ¿De qué? De lo que preste atención.
Si estoy prestando atención a algo que no quiero con mucha insistencia, ACELERO su manifestación. Por eso debo cuidar siempre, en qué estoy poniendo mi atención
El tercer elemento es EL FLUJO NATURAL.
Existe una energía en el juego que si PERMITO su guía a través de mis emociones positivas, tomaré siempre el camino más fácil a mis objetivos.
No permitir este flujo natural genera emociones negativas, porque estoy resistiéndome, voy contra la corriente.
Es mejor ir con la corriente, que es el flujo natural de bienestar.
El cuarto elemento es CERO JUICIOS
Como el flujo natural es bondadoso y amoroso, es importante confiar totalmente en lo que se me va presentando. Siempre SIN JUICIOS porque cada juicio que hago es un OBSTÁCULO que me pongo a mí misma, porque en lugar de confiar, dudo. Y dudar genera emociones negativas que me desvían o retrasan.
Así que el arte de permitir, fluir, aceptar y ver las cosas, personas o situaciones sin juicio es crucial para que se revelen ante mí los mejores caminos que hay dentro del juego.
Hay ocasiones en el juego, donde aparecen escenarios aparentemente “feos”. Si lo veo “feo” es que estoy juzgado sin darme cuenta. Si es así, simplemente debo cambiar mi forma de verlo, ¿Cómo?
- Recordando que hay muchas formas de ver lo que sucede.
- No hay que hacer juicios.
- Sólo enfocarme en mi sentir y ubicar aquello que me haga sentir mejor. Puede ser algo de la situación, un pensamiento, una actividad o decisión.
- Tomar el camino que me haga sentir mejor, y volver a confiar en “el flujo natural”, que es el 3er elemento.
El quinto elemento
Encontrar el sentido del juego.
Este juego está para divertirnos, disfrutar y gozar.
Por eso cada vez que estoy en esa sintonía, fluyendo, confiando, permitiendo, siguiendo todo lo que me hace sentir bien; voy generando más y más situaciones y personas que me hacen disfrutar del juego. Esto como resultado de mí, como la fuente de emociones y decisiones.
Una manera de mantenerme siempre en esta sintonía amorosa que tiene el juego, es QUERIENDO ENCONTRAR LO HERMOSO A TODO.
El juego es neutral, así que puedo aprovechar cada oportunidad para ver algo bueno, y por ende sentirme bien, bondadosa, inocente, buena, amigable, etc.
Todo lo que siento y pienso, lo siento yo y por eso me conviene ver siempre lo mejor de la situación.
Este juego es de nunca acabar, de múltiples caminos, y muchas posibilidades.
La única forma de acabar el juego es cansarte de todos los caminos y metas.
Mientras tanto, disfruta de este juego.
Sigue tus emociones positivas, enfócate en lo que te hace feliz, confía en el flujo amoroso que te guía y no emitas juicios que bloqueen tu camino. Ama todo como parte del juego y elige sólo aquello que quieras vivir y experimentar.
Juzgar no sirve de nada, sólo atrasa o desvía.
-Ariadna Salazar León