El juego de “La experiencia humana”

He aprendido que puedo observar:

  • Lo No Físico, pensamientos o emociones, y
  • Lo físico que es todo aquello que ocupa un espacio, tiene color, tamaño y peso. Que mis sentidos pueden tocar, ver y oler.

Ahora comprendo que incluso lo que veo como físico, en realidad son sólo átomos vibrando a diferente frecuencia. Entonces todo realmente es información, energía: un holograma que mi mente puede verlo en 3era dimensión.

En mi experiencia humana normalmente vivo observando más lo aparentemente físico, que lo NO físico. Pero he comprendido que entre más humana me pienso, más limitada me siento, pienso y actúo.

En la medida en que cambio la percepción sobre mí misma, la percepción del mundo que veo cambia, y por ende mi experiencia también.

Por más loco que parezca, desde mi experiencia compruebo que es más real y satisfactorio vivir sabiendo que NO soy un cuerpo físico, que pensar, que sí lo soy.

El lunes pasado escuché decir a Juan Pablo Godinez que, como ser humano tenemos 3 instrumentos de conciencia y percepción: el cuerpo, las emociones y la mente.

La mente tiene un movimiento que son los pensamientos, y puede identificarse con el espíritu o con el ego. Si yo creo que soy el rol que me enseñaron, mi profesión, edad, género o raza, me estoy identificando con el ego.

Con todo esto quiero decirte que tengo dos opciones:

  1. Vivir pensando que soy mi cuerpo y mis pensamientos, o
  2. Vivir pensando que soy espíritu en una experiencia humana a través del vehículo cuerpo. Como un juego donde hay un avatar de ciertas características y por lo tanto, ciertas limitaciones.

Es como cuando te pones los lentes de realidad virtual, y tu andas de aquí para allá divirtiéndote en el juego; y estás limitado a las reglas del juego. Este juego llamado “La experiencia humana”, está diseñado para experimentar lo que tú quieras. Hay una gama grande de emociones, formas, texturas, roles, etc. Puedes experimentar emociones de tristeza, enojo, escasez, felicidad o paz. El tema es que llegamos aquí sin un instructivo de cómo manejar el juego. Las hemos ido descubriendo, pero es complicado porque el juego tiene memoria, misma que es difícil de borrar sin instructivo.

Si te enseñaron que debes trabajar arduamente para ganar dinero, ese comando ya se grabó y ahora debes aprender uno nuevo y usarlo muchas veces, hasta que termines reemplazando el viejo.

¿Por qué no reemplazo comandos viejos?

  • Porque creo que yo soy los comandos.
  • Porque algunos me gustan aunque a veces me hagan sufrir. Como una especie de adicción.
  • Porque da miedo deshacerme de ellos ya que le temo a la incertidumbre.
  • A veces es porque nadie me ha dicho puedo reemplazarlos por unos nuevos.
  • Otras ocasiones, en lugar de reemplazarlos por unos nuevos, simplemente me quejo o culpo al de enfrente. No tomando responsabilidad y sintiéndome víctima del mundo que veo.

Entonces digamos que es un relajo andar en el juego de la experiencia humana sin instructivo.

Hoy decido vivir sabiendo que estoy en un juego llamado “la experiencia humana”, donde se me ha dado la oportunidad de vivirlo a través de una maravillosa botarga, que cuenta con todo lo necesario para jugar aquí. Por lo que he pasado, ya le he puesto adornos, profesión, hija, etc. Ya llevo avanzado el juego, jaja. Pero quiero dejar de jugarlo a lo menso.

Porque esa es una ventaja y desventaja: la botarga puede andar en modo automático, dado que ya tiene comandos aprendidos. Entonces yo decido si prendo el modo automático o mejor el modo manual donde ya participo activamente en el diseño de la experiencia que quiero vivir en este juego.

¿Cómo quitar el automático?, ¿Cómo participar activamente en el juego?

“Nadie viene a esta experiencia humana con un instructivo en el brazo”, diría mi amiga Rosa Orozco. Y tiene razón.

En el siguiente blog te platicaré cómo funciona el juego de la experiencia humana, para que saques el mayor provecho y te diviertas.

-Ariadna Salazar León