El proceso para dejar de reaccionar

Dejar de reaccionar NO ES FÁCIL, pero tampoco es imposible. Todo depende de que tanta necesidad tenga por querer cambiar una situación que vivo y que ya no quiero que siga igual. Ya quiero cambiarla, pero por alguna razón siento que no puedo, porque mi cuerpo reacciona contrario a lo que deseo y no sé cómo hacerle. Digo que quiero algo, pero a la mera hora, sigo actuando igual. ¿Porqué? Por los patrones grabados e inconscientes que estoy acostumbrada a vivir.

Así que hoy te comentaré los pasos para dejar de reaccionar. Comencemos.

El primer paso para dejar de reaccionar es tomar conciencia de mí, es decir, observarme en el momento de la reacción o después de la reacción. Es ese milisegundo de conciencia que te comenté en mis primeros blogs donde digo frases como:

  • “Oh Dios mío, estoy haciendo esto”..
  • “Ay estoy pensando esto”…
  • “Me doy cuenta de esto..”

Es una toma de conciencia de OBSERVARME sin juzgarme. Sólo observarme.

Observar el actuar que no me gusta, para luego observar los pensamientos detrás de mi actuar y preguntarme: ¿Qué pienso de ésta situación? ¿Por qué no me gusta?

Luego paso a OBSERVAR mis emociones y me pregunto ¿Cómo me siento? ¿Por qué me siento así? ¿Qué quiero? ¿Qué pido?, ¿Qué necesito?.

Todo lo que pueda preguntarme, que me permita conocerme completamente. Porque CADA SITUACION EN MI VIDA TIENE UNA RAZÓN DE SER.

Ahondo en esa emoción mientras escribo mi sentir.

Es como si fuera una entrevista con mi emoción, donde estoy muy interesada en escucharme, entenderme y conocerme. Le hago preguntas a mi emoción y espero la respuesta. Pero por favor recuerda que siempre es sin juzgar. Recuerda, sólo estoy conociendo mi contenido interno. Echándome el clavado a mí misma. Escuchándome pacientemente y con amor. Y cero juicios.

Escuchándome, observándome y cero juicios. Interesándome genuinamente en ese personaje que he creído ser y que está nervioso, triste, enojado o preocupado.

Una vez que ya me entrevisté y conocí por completo mis emociones; el 2ndo paso para dejar de reaccionar es eligiendo conscientemente una nueva respuesta ante la situación donde siempre reaccionaba en automático.

Decide

¿Qué quieres?

Cada situación negativa es una oportunidad para conocerte más.

Te permite conocer qué “si quieres”, gracias a conocer lo que  “no quieres”.

En situaciones negativas me queda muy claro que NO quiero, y por lo tanto ahora podré saber qué SI quiero.

Toma nota de esto porque es lo realmente valioso y rescatable de éste paso.

Elegir diferente no significa que ya voy a dejar de actuar de la misma forma, en la siguiente oportunidad que me de la vida. Puede que sí, pero puede que no. En este paso no es lo importante, ya que aún hay una posibilidad de que vuelvas actuar igual porque recuerda que tu actuar viene de tu inconsciente automático, donde se involucra una reacción en tu cuerpo automática. Entonces normalmente el cambio no es tan sencillo. O quizás para algunos sí; pero para la mayoría no podemos porque el impulso automático, ahí sigue.

El paso 1 ayuda mucho a destrabar y cuestionar tu inconsciente. Pero normalmente necesitamos del paso 3 para continuar.

Así que aquí viene el 3er paso que normalmente necesito: pedir ayuda a mi ser superior, sobre todo si no me siento capaz de tomar una decisión diferente o actuar diferente. Como te decía, no es fácil salir del automático inconsciente por eso es importante hacer un ejercicio más allá de lo físico y mental.

Físico porque vives una reacción en cadena en tu cuerpo de emociones.

Mental porque existen creencias inconscientes que te hacen hacer lo que haces y vivir la experiencia como la vives. Entonces necesitamos trascender lo físico y mental, apoyándote de la 3era esfera: lo espiritual.

Y aquí lo que se hace es reconocer desde el fondo de tu corazón que por alguna razón has decidido actuar de la forma en la que lo haces, pero que ya no quieres seguir reaccionando así; y que por favor pides ayuda para dejar de hacerlo.

Este paso puede tomar algo de tiempo en que surta efecto, en lo personal lo he vivido en cuestión de días cuando de repente encuentro en mi esa fuerza que antes no tenía, para cambiar la situación y dejar de reaccionar como siempre.

Así que el 4to paso se da cuando ya tienes el valor de tomar la decisión y dejas de reaccionar como venías haciéndolo. Y simplemente lo haces.

Tu ser encuentra el impulso y tomas la decisión que habías estado postergando.

Tu ser encuentra la energía suficiente para dejar de reaccionar igual.

Cuando esto sucede es: ¡wow! ¡Lo lograste!

Pero ojo.

El 5nto paso es mantener mi decisión. Porque luego regresamos a lo de antes y esto es así porque no sabemos manejar correctamente las emociones que surgen después de un cambio en tus reacciones automáticas.

Como estás acostumbrado a ciertas reacciones, y por lo tanto a ciertas consecuencias; cuando decides hacer las cosas diferentes, puede surgir miedo, ansiedad o dolor. Entonces, si no sé manejar ésta etapa, puedo regresar a reaccionar como antes.

Aquí la clave es: saber vivir con mis emociones de ansiedad, dolor y miedo. Ayudándome mucho de la esfera espiritual. Las aseveraciones clave a recordar aquí son:

  • Recordar que nada puede lastimarme salvo mis propios pensamientos
  • Que ningún pensamiento significa nada, salvo el significado que yo le doy
  • Que mi ser es invulnerable, y que si tengo miedo, es sólo a un sueño que yo solita me estoy contando
  • Que realmente no hay nada presente en este momento para sentirme mal, ya que alrededor siempre hay amor y paz para mí.
  • Que si me siento mal es porque estoy viendo algo que no está aquí, pero que por lo tanto no existe.
  • Nadie puede hacerme daño. El dolor emocional, la tristeza, ansiedad y preocupación vienen de estados mentales inventados por mí, que no son reales y no están presentes mas que en mi imaginación; que son pensamientos que no son nada.
  • Me perdono por sostener pensamientos que me lastiman o asustan.

Y la clave es, que cada que me llegan pensamientos o emociones de dolor, tristeza o ansiedad, imagino que existe ese ser superior haciendo de intermediario entre mí y esas emociones, es decir: entrego a ese ser superior todas mis emociones y pido que en su lugar me brinde su amor y luz. Entrego también  mis pensamientos para que los limpie y me los regrese ya puros y llenos de amor.

Porque nada ni nadie puede lastimarme, sólo yo con mis propios pensamientos. Y en mi incapacidad de dejarme de lastimar, es que pido ayuda a mi ser superior para que me ayude.

Si este último paso lo hago bien, totalmente entregada a mi ser superior, sintiéndome en paz y llena de fe, seguramente no volveré al patrón de antes.

Una imagen que me ayuda en esto, es imaginarme que estoy en una balsa, en medio de una laguna serena y hermosa, llena de paz. Y me imagino como esa balsa la conduce Dios. No sé a dónde va la balsa. No sé a dónde me llevará la vida, pero me siento tranquila de saber que estoy en buenas manos: en la balsa de mi ser superior.

Y ahí tranquila descanso.

Ariadna Salazar León