Entre el deseo y la manifestación

Entre el deseo y la manifestación existe tiempo y espacio, o bueno, al menos eso me hace creer la mente. Cada que llego a un lugar o cada que obtengo algo que quiero, surgen nuevos deseos en mí, por lo que otra vez vuelve a existir ese espacio entre el nuevo deseo y la manifestación física.

Saber manejar ese espacio de tiempo, creado por la mente, es clave para manifestar más rápido aquello que deseo.

A continuación te voy a presentar errores en el manejo del tiempo y espacio, para luego enseñarte la forma correcta de usarlo, si de manifestar nuestros deseos se trata.

¿Cuándo usamos el tiempo y el espacio de forma incorrecta?

Cuando creemos que necesitamos ESPERAR a que suceda algo para SER algo. Aquí pongo algunos ejemplos:

  • Creer que hasta que cierto evento suceda voy a ser feliz (error)
  • Pensar que hasta que llegue esa persona que tanto deseo, ya estaré completa y plena (error)
  • Creer que hasta que cambie de trabajo ya estaré mejor (error)
  • Pensar que hasta que tenga más dinero, tendré más paz (error)
  • Creer que hasta que esa persona cambie, se vaya o venga yo estaré mejor (error)

Estos ejemplos me muestran como la mente me hace creer que necesito algo que no está aquí para ser feliz, manteniéndome en un estado de NO CAMBIO. Y esto me mantiene en un estado de espera que perpetúa la experiencia que se vive de insatisfacción.

Cometer estos errores atrasa la manifestación de aquello que deseo, mi vida continúa sin cambios, y sólo me vivo esperando. ¿Esperando? Si.

Esperando a ver cuándo afuera cambia para yo ser feliz. Y esto es así:

  • Por el error de pensar que afuera es donde comienza el cambio (error, comienza en mi)
  • Por pensar que afuera es independiente a mi (error, sólo es un espejo de mi)
  • Por creer que afuera está el problema (error, lo que veo sólo es a mí mismo)

Mal invertir el tiempo es también cuando decido usarlo en poner mi atención en temas que me hacen sentir mal. Prestar atención aquello que no deseo. Pensar en lo que no puedo, no tengo y no quiero.

Otra forma errónea en la que también utilizo el tiempo es cuando “Creo que primero ocurre el problema y luego debe pasar cierto tiempo antes de que pueda resolverse”.

No veo que el problema y la solución son acontecimientos simultáneos, y ésto se debe a que no me he dado cuenta que la solución y el  problema son parte de la misma pieza, de manera que el tiempo no los puede separar.

Repito: el problema y la solución coexisten al mismo tiempo y si yo quiero, puedo verlo y resolverlo.

Esto es así porque yo soy el camino, la verdad y la vida. Soy una unidad, soy quien creo el problema y por lo tanto también tengo la solución.

Una vez leí que si sufro es porque:

  • No me doy cuenta que el problema y la solución coexisten al mismo tiempo
  • No me doy el tiempo de observarme
  • Y porque una parte de mi realmente quiere sufrir

La forma correcta de usar el tiempo sería entonces:

  • Siendo feliz y agradecida aquí y ahora. Sabiendo que no necesito ver la manifestación física para ser lo que ya soy.
  • Reconocer que la fuente de todo soy yo. Y que afuera sólo es una proyección de mi misma.
  • Ver lo que sucede desde el amor, ejemplos:
    • Si está pasando esto es que es lo mejor para mí.
    • Si está ocurriendo esto es que la vida ya está trabajando para mi aquello que deseo.
    • Si está sucediendo esto es que ya se está cocinando aquello que quiero
      • Las 3 anteriores, no importando que vean tus ojos. En verdad no importa la forma física, importa el significado que tú le das, pero sobre todo tu SENTIR. Tienes que decirlo desde una paz, fe y confianza; que lo que ven tus ojos no te haga ruido de nada.
  • Valorar y apreciar lo que sucede en el momento presente y regocijarte en ello. Sabiendo que todo pasa. Todo cambia y que lo que hoy ven tus ojos, no será lo mismo; así que lo aprovechas y lo valoras.

Llena ese “espacio de tiempo” entre tu deseo y la manifestación de amor, fe, confianza y felicidad. Sólo así se acorta el tiempo y más rápido ves la manifestación física de lo que deseas.

Aprovecha cada momento para SER FELIZ, para SER la PAZ que ya eres, para practicar la FE que vive en ti y SER AGRADECIDA.

De esa forma estás caminando feliz, no necesitas esperar nada. Ya eres aquí y ahora y ya tienes emocionalmente eso que quieres, aquí y ahora.

Esa es la clave para acortar el tiempo y espacio entre tu deseo y la manifestación. Porque lo que deseas es ser feliz, pues ya sé Feliz.

Sé feliz y disfruta tu día.

Ariadna Salazar León