- 20 mayo, 2022
- Escrito por: Ariadna
- Categoría: Cambio Paradigma
Antes de compartir el conocimiento quiero comentarte como lo obtuve. Todo comenzó cuando estaba en preparatoria, que me dio por leer muchos libros. Amaba las bibliotecas. Leía sobre todo de historia y filosofía. Al año me volví atea porque pensaba que el hombre había inventado la figura de Dios para manipular o explicar lo inexplicable.
Siendo atea algo me decía que necesitaba aprender algo extra, porque mi corazón no estaba del todo tranquilo. En ese momento me llegó el libro de “Amistad con Dios” de Donald Walsh. Ese fue el primero de 5 que terminé de leer completos hasta la universidad. De ahí mis autores fueron OSHO, Deepak Chopra, etc autores más contemporáneos que hablaban mucho de espiritualidad.
Cada autor que leía lo ponía en práctica, pero no veía resultados favorables o contundentes. Sólo me inspiraban, pero no veía un cambio; hasta que me topé con Napoleón Hill pude saborear cambios visibles en mi vida laboral; pero no logré sostenerlos en el tiempo.
Tuvieron que pasar muchos años más, hasta el 2017, cuando conocí a Esther Hicks con su libro “La ley de atracción”. Sus palabras y forma de explicar me cautivaron y me permitieron armar el rompecabezas de conocimientos sueltos que había estado leyendo a lo largo de mi vida. Pude entender el acomodo de todas las piezas y entonces me comprometí en aplicar lo que había entendido. Pasó un mes, cuando comencé a ver fabulosos resultados, de forma extraordinaria y casi milagrosa.
En aquel entonces yo vivía en una zona a las orillas de Guadalajara, y tenía que hacer casi 1 hr de tráfico de ida y otra de regreso. Yo soñaba con poder vivir cerca de mi oficina, pero los departamentos eran exageradamente caros. Así que cuando comencé aplicando los conocimientos, un día mi promotor me dijo: “Oye Ari, porque no te compras, aunque sea un mini depa barato aquí a 5 minutos. Si es para lo que te alcanza, comienza con eso y después lo vendes y te compras algo mejor.”
Así que le hice caso, fui a visitar ese departamento pequeñito y la asesora que me atendió me recomendó a otro asesor, para ver si él podía conseguirme más crédito con otro banco. Y así fue, pudo conseguirme 3 veces más de lo que me prestaba mi banco de base. Así que llegué a otro departamento más bonito. Era una torre de 6 departamentos, de los cuales 2 eran penthouse de doble piso, terraza, etc.
En ese momento me alcanzaba para uno normal; pero lo que sucedió es que, ya mandando hacer el avalúo, resultó que el director hipotecario por error me dijo que podían prestarme no 3 veces más, sino 5 veces más. Entonces ya podía alcanzarme para el penthouse más bonito de la torre.
Para mi fue casi milagroso que se abriera así la oportunidad, además de que mi buró estaba mal por un error del banco, ya que siempre tuve el dinero para pagar un crédito que había sacado, pero ellos no lo habían reflejado. 6 meses que me apareció quise pagarlo y ya estaba yo con despacho de cobranza.
Con una carta donde explicaba que yo siempre tuve el dinero en mi cuenta, y que realmente había sido error de ellos, más mi prestigio profesional; terminaron por prestarme para el pethouse en una de las zonas mas bonitas de Guadalajara. Y no sólo eso, sino que mis resultados fueron tan buenos en mi trabajo, que hasta me alcanzó para comprar una camioneta de lujo. Todo eso pasó en 2 meses. Mis resultados los sostuve durante 6 meses, hasta que, un día de repente me di cuenta que las cosas no estaban pasando como quería. Y me preguntaba “¿qué pasó? ¿Cómo le hice para generar todo? Y lo que pasó fue que me olvidé de compartir o repetirme la información.
Al darme cuenta de mi crisis, decido recordar el conocimiento, ponerlo en práctica de nuevo y hacer una presentación que me serviría para compartir con cada nuevo cliente.
Y así fue como logré de nuevo tener maravillosos resultados.
Cada día y cada mes aprendía más, y perfeccionaba más el conocimiento. Con el tiempo he comprendido que en verdad el conocimiento funciona.
Yo soy un ser humano común y corriente como tu y como todos. Lloro, me estreso, me caigo, aprendo, batallo, necesito disciplina, etc
La única diferencia entre tú y yo es que yo sé porque tengo los resultados que tengo. Y sé que tengo que hacer para lograr los resultados que quiero. Y no necesariamente es por lo que hago.
La mayoría cree que los resultados vienen del HACER, pero yo he comprobado que no es así. Los asesores que más ganan dinero, no son los que necesariamente trabajan más. Incluso yo. Hay momentos de mi vida que trabajo muchísimo y mis resultados son pobres; pero si aplico los conocimientos que te voy a compartir en el siguiente blog y los vivo al 100%, con poco esfuerzo se dan casi de forma milagrosa.
Como si de verdad la vida conspirara a mi favor.
Entonces, vamos a cambiar juntos nuestras ideas y creencias. En la medida que yo comparto, más lo refuerzo en mí.
-Ariadna Salazar León