El milisegundo de conciencia


 
 

Blogs anteriores te comenté que eres un manifestador por naturaleza y que el primer paso para cambiar nuestra vida era DEJAR DE REACCIONAR A NUESTROS 5 SENTIDOS.

Dejar de reaccionar es muy importante porque, si sigues en el automático, seguirás creando lo mismo.

Crearás lo mismo porque NO HACES CAMBIOS INTERNOS (en tus creencias); y sólo estás percibiendo el mundo de acuerdo a tu historia.

Tu afuera siempre reflejará tus creencias inconscientes; y, por lo tanto, lo que ves afuera siempre será a ti mismo: tu contenido mental.

Necesitamos cambiar tu contenido mental, para que puedas manifestar algo diferente.

Para introducir un cambio de creencias inconsciente, primero debemos aprender a dejar de reaccionar.

La reacción automática a nuestros 5 sentidos, al ser una reacción automática, pues obviamente es literalmente: “AUTOMÁTICA”, valga la redundancia. ¿Entonces, que podemos hacer para dejar de reaccionar a nuestros sentidos?

Hoy quiero hablarte del milisegundo de conciencia que necesitamos para dejar de reaccionar. Normalmente se da en medio de la reacción, y está bien; porque ya APARECIÓ UN ATISBO DE CONCIENCIA.

Cuando no hay ese milisegundo de conciencia, solamente nos dejamos llevar por la reacción: piensas y sientes como siempre, y por lo tanto, generas los mismos resultados.

Cuando si tienes ese milisegundo de conciencia; es como si de repente le pusiera pausa a la película, y la vieras de afuera. Como ya no eres el personaje de la película, que vive las emociones, sino el espectador recordando que es una película solamente, entonces ya no te afecta igual.

Mientras no exista ese milisegundo de conciencia donde digas: “Ay Dios!! ¡Sólo es mi película!!”. Seguirás siendo presa de ti mismo. Presa de tus reacciones automáticas. Presa de tu inconsciente.

EL PRINCIPAL PROBLEMA de reaccionar, es que te vives como un personaje dentro de tu película mental. Padeces tus propias ideas y pensamientos. Te lo crees tanto, que muchas veces sufres.

Te comparto 2 ejemplos personales profesionales.

 Como bien sabes, yo me dedico a promover seguridad financiera a través de planes de ahorro que protegen el valor de tu moneda, tu persona y garantizan un capital en el tiempo. Entonces, cuando yo comencé en ésta hermosa profesión, a mí me dijeron que, para tener mucho éxito, necesitaba pedir 25 referidos y tener 10 citas iniciales a la semana. Siendo así, la actividad de llamar era súper importante.

En una ocasión mi día comenzó súper ajetreado porque una persona de mi equipo faltó y tuve que sacar yo sus actividades, no permitiéndome hacer las llamadas que necesitaba hacer. Mi REACCIÓN AUTOMÁTICA, ante el hecho de que no estaba teniendo tiempo para hacer mis llamadas fue: estrés y preocupación.

Antes, hubiera terminado mi día estresada y preocupada porque no hice las llamadas; o las hubiera hecho como pudiera, pero con el estrés.

Entonces cuando yo aprendí éste cambio de paradigma, como ya sabía que mis resultados no vienen del HACER, logré tener ese milisegundo de conciencia y pensé: “A ver Ari, por más llamadas que hagas, de ahí no viene el éxito”

Entonces en ese instante, a pesar de que mi cuerpo tenía la reacción de “ya urge que hagas llamadas”, yo consciente dije: “No Ari. No vas hacer ninguna llamada hasta que te sientas bien.”. Y no hice ninguna llamada.

Ese día lo dediqué a sentirme bien, me fui al parque con mi hija, a disfrutarla a ella y a la naturaleza; y al final del día, aunque no hice ninguna llamada. Logré mi objetivo más importante: dejar de reaccionar para después enfocarme en algo más importante (que te contaré en otro blog).

Quizás no te suene lógico mi comportamiento, pero es que aún no te he dicho los demás pasos para cambiar tu vida.

Un ejemplo más.

Antes de cambiar mi paradigma, cuando yo veía, que en mi agenda se cancelaban mis citas, o simplemente, que un día todo se cancelaba, me preocupaba o salía a la calle a visitar Starbucks para prospectar en frío.

Después de que decidí cambiar mi paradigma, a pesar de que mi reacción automática era preocuparme porque mis 5 sentidos me decían: “¡No hay citas! ¡Se están cancelando!”; aprendí a parar en medio de la reacción automática y decidir diferente.

En resumen…

Mis 5 sentidos dicen: “urge ya que hables, necesitas llamar para ganar dinero”.

Pero yo, decidí dejar de reaccionar y no hacerle caso a mi cuerpo lleno de emociones de emergencia y escándalo. En lugar de ello, decidí cambiar mis creencias.

Mis 5 sentidos dicen: “¡Dios mío! Se están cancelando mis citas. ¿Qué vas hacer?” En tono de preocupación, pero yo dejé de reaccionar y decidí pensar diferente

Nos vemos en el siguiente blog para seguir platicándote más de cómo transformar nuestra vida.

Para practicar:

Tengo un milisegundo de tiempo para darme cuenta de: qué estoy haciendo, qué estoy pensando y sintiendo. Y en esa medida, decidir diferente.

-Ariadna Salazar León