6to conocimiento: El camino y la brújula

Antes de leer este blog te recomiendo que leas el anterior porque ahí te comentaba que hay dos tipos de metas:

  1. La de fondo, que es la que verdaderamente buscamos y anhelamos; y
  2. La física que es la manifestación que pueden ver tus ojos y tocar tus manos.

La de fondo genera la física, por lo tanto, es la más importante.

Una vez que consigues y vives en la primera, la segunda llega porque es resultado de haber conseguido la de fondo.

Si decides buscar la meta física, probablemente te canses y no la alcances. O si crees que la habías alcanzado, cuando menos piensas ya estás queriendo otra. Es como la zanahoria enfrente de ti que nunca alcanzas. Y que sólo te cansa.

Considerando que la meta de fondo es la más importante y en la que debemos enfocarnos para generar la segunda, entonces ¿cómo vamos a conseguirla? ¿Cuál es el camino? ¿Cómo sabré que es el camino correcto?

Recuerda que la meta de fondo son los atributos del ser: amor, felicidad, paz, abundancia y libertad.

El camino para llegar es relativamente fácil, pero mantenernos puede que no lo sea tanto, y por eso la vida nos dio un gran regalo incluido en nuestro ser: una brújula que nos mantiene en el camino y nos permite llegar a la meta.

Hablemos primero del camino.

El camino es la meta. Si, por más loco que parezca, así es. El camino es la meta al mismo tiempo.

Para la mente que le encanta fraccionar todo, puede que le sea difícil de entender, pero es que es así: la meta y el camino es lo mismo y para agregarte más confusión, al no existir el tiempo, ya está todo aquí y ahora integrado.

Ahora toca hablar del segundo punto: la brújula.

¿Cómo voy a saber que estoy en el camino?¿O como sabré que llegué a la meta? La brújula es la que nos dice cuando estamos en el camino y cuando estamos en la meta.

Debes ser capaz de identificar tus diferentes estados de ánimo. De saber cuándo estás super feliz, motivado, tranquilo, aburrido, molesto o triste. Tu brújula interna es la que te ayuda a monitorear tu estado interno emocional.

Como somos energía vibrando a diferente frecuencia. Tu brújula es la que te dice si tus emociones o energía, es hermosa, brillante y maravillosa. O si está estancada, pesada, abrumadora o insoportable.

Palabras que nos ayudan a dar un nombre a tu energía.

Y la fórmula secreta es:

Cada que algo se sienta bien, es por ahí.

Cada que detectes que algo hizo vibrar tu corazón de alegría; es tu verdad. Es el camino a conocerte y encontrar tus atributos del ser.

Pero OJO con perderte en el plano físico.

Porque a veces ves a un chico o chica que te gusta, y ya te quieres ir con él o ella. Y no va por ahí. Las personas de afuera no te pueden dar lo que ya eres. No te pueden dar el amor que ya está en ti.

Di puedes disfrutar su compañía, engrandecer tu emoción de felicidad. Vas bien por ahí. Pero en el momento en el que pienses que el otro es la causa de tu emoción, PUM te perdiste. Olvidaste el origen de todo. Olvidaste que el amor (meta de fondo) ya está en ti. Y que el camino para mantener ese amor en tu corazón, no es corriendo afuera con el otro. Sino simplemente sintiéndolo en tu corazón.

El que siente el amor eres tu. Tu eres la fuente del amor. Y como ya lo eres, sólo es expandirlo y darlo.

Porque lo tienes, puedes darlo. Y esa es la felicidad. Es saberte la fuente de ese amor.

En cuanto te sientas mal, es la brújula con señales rojas de ALERTA, ALERTA!!. No es por ahí. Esa creencia de que “necesitas al de afuera” no es. Y entonces si no la escuchas y regresas a ti; te pierdes en el camino.

Todo el chiste es que reconozcas en ti todos los atributos del ser.

Que sepas que siempre estás en la meta.

Que el camino es estar en la meta (porque no hay tiempo)

Y que tu brújula es el Google maps que te va a gritar cuando te estés perdiendo. Para que entonces regreses a ti.

Pero en resumen: es reconocerte como un todo feliz y pleno, aquí y ahora.

Ejemplo: a la mente fraccionada se le ocurrió, que se le antoja manifestar un trabajo mejor pagado.

Así que… ¡Sale y vale!

Hay dos caminos:

  1. Poner a trabajar la mente fraccionada (tiempo-espacio) de ¿cómo le voy hacer para conseguirlo?, ¿qué tengo que hacer, decir, o actuar para tenerlo? Prueba una y otra forma. Mandando curriculums, viendo amigos, etc. Y en el tiempo puede que te desesperes, te quejes o te canses. Que al final desistes y quién sabe cuánto tiempo lleves esperando o ese nuevo trabajo. Decides esperar con el ánimo bajo, a ver cuando las cosas cambiarán, o bien luego seguirás intentando encontrarlo. Y ahí estás: anhelando que las cosas fueran diferentes y ya tener ese trabajo.
  2. El segundo camino es enfocarte en la meta de fondo. ¿Cómo? siguiendo el camino interno, con ayuda de tu brújula integrada.

Y antes de entrar en éste camino:

  • Te queda claro y sabes que tus deseos mundanos, sólo son manifestaciones físicas que se generan desde ti, por ti y para ti. Y cuando digo que se generan por ti, es porque sabes que tú no eres un ser individual separado del todo.
  • Te queda claro que tú y la vida son uno. Y que no se trata de que te toque a ti solo (como ente separado) hacer las cosas. NO para nada!! Qué locura. De entrada locura porque nada haces por ti mismo. Todo es en unión con el todo. Pero bueno…
  • También te queda claro que ya tienes todo aquí y ahora, porque el tiempo como tal no existe. No hay tal fraccionamiento de pasado y futuro. NO lo hay.
    • Nunca nadie ha ido al pasado físicamente (que es donde quiero ver mi meta física).
    • Ni tampoco nadie nunca ha estado en el futuro físicamente. ¿entonces como para que preocuparme del tiempo si ni quiera es un lugar al que pueda acceder?
  • Como la vida y tu son lo mismo. Como la vida te creó y te crea a cada segundo: es evidente que te super ama!!. Te reconoces como parte del todo y que te ama inmensamente y te consciente muchísimo. ¡Y que bueno!

Entonces.. hoy se te ocurrió que quieres otro trabajo simplemente para cambiar de aires, o ganar más dinero porque ya se te ocurrió que quieres un viaje nuevo.

Vale.

Entonces, lo primero que haces es dedicarte tiempo a reconocerte, verte, sentirte y escucharte.

Te das el tiempo de estar contigo, porque reconoces que tú, en unión con la vida, eres el origen de todo: entonces reservas un espacio de tiempo para estar contigo.

Te sientas. Guardas silencio y dedicas ese espacio de tiempo a escucharte y sentirte.

¿Porqué? Porque también sabes que en tu interior está el camino y la brújula.

Así que comienzas preguntándote: ¿Cómo te sientes?

Sabes que la respuesta te ayudará a identificar que tan alineado estás con la vida. Entre más alineado estés a ti mismo o a la vida, que es lo mismo; más rápido verás tu manifestación física.

La vida te dará lo que quieres si se lo permites. O mejor dicho, si te lo permites tu a ti mismo.

NOTA IMPORTANTE:

Cada que no te sientes bien, sólo significa que te estás pensando separado. Que estás en el sistema de pensamiento del ego (que ya expliqué en un blog que es totalmente demente, pero lamentablemente es el más usado y no cuestionado).

Recuerda, tu brujula te dice si vas por el camino correcto o no.

Si te sientes mal, es que no es por ahí.

Si te sientes bien, es que si es por ahí.

Cada uno sigue su propio camino. La guía o brújula está en tu interior.

Entonces siguiendo con la historia del camino dos.

Te decía que decides darte el tiempo de estar contigo, porque te reconoces, en alineación con la vida, como la fuente de todo.

Decides darte el tiempo de estar contigo, obviamente porque ¿Qué cosa más importante puede existir que estar contigo en alineación contigo?. Si tú eres el camino, la verdad y la vida. Tu eres la meta de fondo. Y afuera sólo el tablero donde puedes ver físicamente esa manifestación de lo que eres.

¡Tu eres la fuente! El tema es que te fraccionaste un poco al desear algo. Pero sólo es cuestión de alinearte con la vida, reconociendo que ya lo tienes;  y entonces te deleites con tu magia.

Recuerda que no lo haces tu solo.

Si te ves solo y separado; pierdes el camino.

La brújula siempre te mostrará la verdad de que eres uno con la vida. Y la vida es paz, amor y felicidad.

Entonces, si al dedicarte tiempo, notas, a través de tu brújula que estás tenso o abrumado.

Acto seguido, decides obviamente soltar todas esas emociones e ideas que te tienen así. Y lo haces porque tu brújula te dice: “por ahí no es”. ¡Suelta!

 El camino es tu paz y felicidad. Y la brújula, que es tu capacidad de darte cuenta que tan perdido estás de eso, es lo que te va a ir diciendo si vas bien o no.

Así que dedica tiempo a estar contigo. A meditar. A observar tu estado interno. ¿Te sientes feliz y pleno?

¿No? Entonces te has perdido en el camino.

Ubica que puede hacerte sentir mejor… hazlo y si te hizo sentir mejor, entonces continúa. Por ahí es.

Pero nunca pierdas tu foco. El foco debe ser en ti. En tu sentir. Escuchando a tu brújula interna.

Olvídate del afuera y escúchate.

Que el camino hacia la manifestación física es, primero llegar a la meta de fondo.

Y ya que llegues a tu meta de fondo: deléitate y disfruta.

Y cuando menos pienses, estará frente a ti la manifestación física.

Para recordar:

Yo soy el camino, la verdad y la vida.

Yo, en unión con el todo, soy la fuente de todo

Yo soy la meta, el camino y en mí la brújula para no perderme en las ilusiones de afuera.

-Ariadna Salazar León