El instructivo

En el blog anterior te comenté acerca de “La experiencia humana”, haciendo una metáfora entre un video juego y la vida.

Como diría mi amiga Rosa Orozco: yo no sé cómo llegué aquí, ni tampoco recuerdo haber pedido estar aquí. Pero aquí estoy. De mi depende divertirme o temerle.

Si comparo mi experiencia humana con un juego, puedo asumir que existe un instructivo, donde me muestra: ¿cómo se juega?, ¿cómo funciona?, ¿cómo y qué gano?.

Hoy planteo desde mi entendimiento, el instructivo para tener la mejor experiencia humana posible.

El instructivo me explica:

  • De qué trata el juego
  • Cómo funciona la botarga que se me brinda y las herramientas incluidas en ella, como:
    • Los pensamientos
    • Las emociones
    • Los sistemas automáticos
  • El propósito
  • Y cómo funciona el juego en cuanto
    • Al tiempo y espacio
    • Los consejeros
    • La nube mágica
    • Las trampas
  • Y los pasos para jugarlo

A continuación te explico a detalle.

Bienvenido al juego de “La experiencia humana”

El juego trata de un personaje que ha olvidado el amor que es. Ha olvidado el espíritu y creador que es.

A través de la botarga que elegí, deberé recordar qué soy. Para hacerlo necesitaré también  recordarle al resto de botargas porque al final, realmente lo que soy es una sola conciencia jugando a través de varias botargas.

En lo que logro el objetivo, podré divertirme y vivir toda clase de experiencias. Pero si de disfrutar y ganar el juego se trata deberé recordar el propósito principal, que es: recordar el amor, espíritu y creador que soy.

En la ilusión del juego pensaré que estoy aquí para vivir el personaje, adquirir todos los premios que me brinda en base a la concepción de “éxito” que se estipuló en el juego, pero en realidad; todo eso es para distraerme de mi verdadero propósito que es: divertirme y recordar el espíritu amoroso que soy.

Existen 2 personajes en el juego que se llaman consejeros. Uno sabe quién soy, de donde vengo y que ya soy todo. Y el otro sólo hace que me distraiga, o haga que me olvide de esto.

Primer punto: LA BOTARGA

Para tener un juego placentero debo ser consciente que sólo es un juego y por lo tanto:

  • Recordar que yo no soy la botarga que me tocó.
    • Es decir, yo no soy el cuerpo desde donde experimento el juego.
    • Aunque a veces diga “mi cuerpo”, “mis ojos”, etc. No es mío. Sólo es la botarga que se me dio para jugar. Y..
  • Recordar que todo lo que veo en el juego es una ilusión. No es real. Aunque parezca que me atacan, siempre estoy a salvo.

Si decidí llegar a este juego, es porque se me antojó experimentar una parte de todas las posibilidades que yo ya soy como espíritu.

La botarga fue elegida de acuerdo a ese propósito que elegí antes de llegar aquí. El juego tiene de todo. Desde nacer enfermo, nacer rico, nacer en la congelada Rusia, nacer sin saber qué quiero o hasta nacer para ser artista. Así que mi botarga ya viene precargada con ciertos talentos, e historia que hacen del personaje, ideal para lo que vine a experimentar aquí.

Segundo: LOS PENSAMIENTOS.

El juego tiene un sistema de pensamientos que llegan a mi conciencia en automático, a través del cerebro de la botarga que me tocó. Cuando los pensamiento son visibles puedo o no jugar con ellos. Y cuando no son visibles, los puedo sentir a través de un sistema conectado a toda la botarga.

Tanto los pensamientos visibles y no visibles,  están diseñados para hacerme creer que el juego es real.  

El cerebro se diseñó para dar de forma aleatoria pensamientos visibles. Y el resto de la botarga para no sólo verlos, sino sentirlos.

El cerebro me mandará más de aquellos pensamientos que use más y otros afines. Si algún pensamiento ya no uso tanto, me lo dejará de mandar.

Si quiero una experiencia placentera en el juego: No debo de tomar como personales a los pensamientos que llegan, ni asustarme, ni creerlos, menos pelearme con ellos o querer cambiarlos porque es contraproducente.

Con todos los pensamientos, lo único que debo hacer es: OBSERVARLOS todos, eligiendo aquellos que me brinden amor y paz.

Todos son parte del juego, pero de mi depende mantener aquellos que me recuerden el amor que soy y que somos; así como mantener aquellos que me inspiren a expandir amor, al resto de los jugadores.

En caso de que no me gusten, no pelearme, sino nuevamente: abrazarlos, darles la bienvenida y observarlos para dejarlos pasar.

Tercero: LAS EMOCIONES

Los pensamientos no visibles son reacciones que se sienten en la botarga, como descargas de energía que en el juego y se les reconoce como EMOCIONES.

Repito: Las emociones son pensamientos no visibles.

Hay una gama amplia de emociones, determinado por el nivel vibración que generan. Hay desde sentir paz, hasta sentir miedo.

Toda emoción, viene de mis pensamientos no visibles.

Si me siento mal, no es por lo que veo, sino que me siento mal por la interpretación no visible lo que veo.

Ejemplo:

Si sucede una situación.. una botarga podrá verlo de buena manera, otra botarga de mala manera, otra ni en cuenta, etc. Esto es así porque el juego es neutro. 

Las emociones son parte importante en el juego porque son las que me permitirán ir encontrando mi camino. Como si fuera una brújula, hay que seguir aquello que me haga sentir bien.

Si quiero una experiencia placentera en el juego debo saber que las emociones siempre atraerán aquello que siento. Es decir, si me siento amada atraeré experiencias acorde al amor que siento.

Y si me siento pobre, atraeré experiencias acorde al sentimiento de “no tengo”.

A esta regla se le ha denominado en el juego: la ley de atracción.

Cuarto. SISTEMAS AUTOMÁTICOS

Además del sistema automático de pensamientos que administra el cerebro, la botarga trae otros de igual manera importantes como el corazón que late sin que tengas que hacer nada, o los pulmones que hacen respirar a la botarga.

Si quiero una experiencia placentera sugiero valorar y agradecer todos los días que el juego tiene estos sistemas para poder jugarlo.

Quinto. EL PROPÓSITO

Hay 3 propósitos en el juego.

El primero es simplemente experimentar las diversas emociones y situaciones para ver cómo se sienten. Sabiendo que:

  • Si alguna emoción o experiencia no me gusta, pues elijo otra manera de ver las cosas (físico) u otra manera de interpretar los pensamientos (no físico). Así de sencillo porque recuerda que las emociones vienen de mis juicios (pensamientos) que hago de lo que veo.
  • Me toca a mi elegir entre una emoción placentera y una que no lo es. De mi depende cuál quiero sentir.

Si bien el propósito es divertirme y experimentar de todo; si es importante saber que el juego está diseñado para el segundo propósito que es: recordar el espíritu que soy.

Entonces en el juego yo gano cada vez que recuerdo qué soy. Y el premio lo recibo en el momento en el que lo recuerdo. Pues la reacción o emoción que sentiré será de dicha.

Y por último, el 3er propósito del juego es expandir el amor que soy.

El juego termina cuando todas las botargas logran experimentar el amor que son.

Por lo tanto, la botarga de enfrente es el camino para llegar al propósito final de experimentar todos el sueño feliz, del amor que somos.

Si quiero una experiencia placentera en el juego he de recordar constantemente el 2ndo y 3er propósito. O de lo contrario me puedo perder y no pasarla tan bien.

Sexto. EL TIEMPO Y EL ESPACIO

¿Si ubicas que hay dos tipos de video juegos? Uno que avanza conforme camina el muñequito, es decir, si el muñeco no se mueve, nada se mueve. Y también hay otro tipo de juego que aunque se quede fijo el muñequito, el juego lo hace avanzar y más bien tu debes de ir esquivando o saltando lo que vaya viniendo.

Ah, pues el juego de “La experiencia humana” es del 2ndo tipo porque aunque tú no te muevas, puedes ver que todo avanza. Aunque tú no te muevas, todo se mueve y cambia. Porque en el juego existe la ilusión del tiempo y por lo tanto, hay límite de tiempo. Nadie sabe cuánto durará tu tiempo en el juego, por eso sugiero aprovechar al máximo cada momento.

Si quiero una experiencia maravillosa en el juego he de recordar que sólo puedo ganar en el presente. No en la ilusión de lo que ya pasó, ni en la ilusión de lo que está por venir. Y esto así porque el pasado y el futuro no existen, son sólo la ilusión que genera el juego.

Séptimo: LOS CONSEJEROS.

El juego brinda dos consejeros con filosofías opuestas, que denominaremos: ego y espíritu santo. Ambos me mandarán mensajes constantemente a través de los pensamientos.

Si quiero una experiencia grata en el juego, he de seguir la voz del espíritu santo. Él siempre me guiará a través de las situaciones o personas. Identificarlo es la llave de mi evolución.

¿Cómo identifico quién es quién?

El espíritu santo siempre me recordará que yo no soy el cuerpo físico ni  los pensamientos que llegan. Que nada puede dañar lo que soy, pues sólo soy conciencia que vine aquí a divertirse un rato. Que estoy a salvo en todo momento.

El ego es un personaje del juego humano que, como no es real: no sabe quién es, tiene miedo a todo, cuestiona todo, se siente sin valor, pequeño, se siente vulnerable, finito. Etc. Y como el ego es sólo un sistema de pensamiento diseñado para hacerte creer que tú eres la botarga, siempre te invitará a que te metas de lleno en el papel asignado por el juego.

Octavo: LA NUBE MÁGICA

Existe en el juego una nube mágica donde se guardan todos tus deseos.  Algunos ya vienen precargados y otros se van añadiendo conforme vas viviendo el juego. Esta nube mágica no se ve, pero puedes acceder a ella mediante un mecanismo que en el juego se ha denominado imaginación.

Ahí se reúne todo lo que quieres.

Si quiero una experiencia placentera debo visitar todos los días mi nube y regocijarme en ella, como si todo eso que está ahí, ya lo tuviera.

Noveno: LAS TRAMPAS

Las trampas del juego, y que debo cuidar, es pensar que las otras botargas que veré en el son mis enemigos. No es así. Al contrario, ellos son parte del mismo juego que yo, y  son el pase para ganar el juego y tener el máximo de puntuación.

Hasta aquí ya definí los básicos del juego.

Pasos para jugar

El juego de “La experiencia humana” comienza cuando al llegar al planeta tierra y usar mi botarga para ver y sentir, todo lo que veo me causa pedir.

Repito: la vida me hace pedir. Me hace desear cosas o me hace desear experiencias.

Entonces, todo comienza así: la vida (el juego) me causará pedir… desear.

Todo cuanto desee, se estará guardando en mi nube mágica (incluyendo el deseo de querer recordar quién soy y expandir el amor que soy).

La vida (el juego) me dará todo lo que siento y creo.

La vida está diseñada para darme todo lo que le pida, el reto es saberlo pedir. Porque en el pedir, está el dar. ¿Cómo se pide? Desde mi propósito.

En la medida en la que vivo el amor que soy, en esa medida se me dará todo lo que quiero.

Nada más que ojo, porque hay un pequeño engaño en el juego:

El juego me invitará a tomar los premios que verán mis ojos en otras botargas, olvidando el 2ndo y 3er propósito que me permitirán ganar el juego.

Ya que lo que realmente deseo es recordar el amor y espíritu que soy; y expandirlo al resto de botargas.

Sabré del engaño del juego porque cuando obtenga los premios que veo, si me darán puntuación pero no lo suficiente como mantenerme en ese estado de dicha que soy (2ndo propósito del juego), y por ende expandir el amor que soy al resto de botargas (que es el 3er propósito del juego). Entonces me veré tentada a seguir buscando más y más.

Otra forma de verlo es que, necesito estar en “modo receptivo” para recibir aquello que pido; y para estarlo deberé mantenerme en un estado emocional de amor, dicha, felicidad.

Aquí algunos tips.

1. Conocerme

Invertir tiempo en conocer la botarga que me tocó: ¿qué tipo de pensamientos llegan?, ¿Qué tipo de deseos siento?, ¿Qué hace feliz y plena a la botarga?, ¿Qué talentos trae la botarga por default?.

2. Eligir

El juego me presentará situaciones (en el plano físico) y pensamientos-emociones (en el plano no físico). Yo sólo debo elegir la visión de amor, porque es la única que me dará lo que deseo.

Entonces, pase lo que pase en la forma física SIEMPRE ELEGIR la visión de amor.

Vea lo que vea, tanto en la forma física como en el pensamiento, SIEMPRE ELEGIR el amor que soy. Esa es la clave para experimentar las mejores emociones del juego: dicha, paz, felicidad. ¿Y qué crees? Entre más dicha siento, más manifestaciones de lo que hay en mi nube mágica tendré y más podré expandirlo.

Voy atrayendo más y más botargas, a través del amor que soy, siento y tengo.

3. No distraerme

Recordar en todo momento no distraerme con las cosas físicas que me pide el consejero ego. Porque realmente son sólo un espejismo para que se me olvide mi verdadero propósito. El consejero ego me dirá que en el plano físico está la llave para manifestar los deseos de mi nube mágica, pero NO ES ASÍ.

Si llegan pensamientos de conflicto en lugar de paz, hay una opción en el juego que es perdonar por ver conflicto en lugar de paz. Y también está la opción de pedir apoyo al consejero espíritu santo, para que él quite la percepción errónea y pueda así, sentir el amor que soy y expandirlo.

4. Confiar

El consejero espíritu santo me guiará a recordar el amor que soy, y luego expandirlo al resto de botargas.

Cuando todas las botargas en el juego recuerdan el amor que somos, y desde ahí, con sus emociones de dicha, logremos todos generar el mundo que deseamos. Sólo así, se consigue el sueño feliz y se acaba el juego.

Por cierto, el juego está diseñado para que si o si se llegue a través de muchas vidas, a este final feliz.

En el siguiente blog platicaré otras formas de ganar el juego, y ahondaré más en los obstáculos, trampas e ilusiones que existen, que me impiden ganarlo.

-Ariadna Salazar León