¿Cómo le hago para que mi sentir sea de felicidad?

Dos blogs atrás te comenté que el cuarto paso para manifestar lo que deseo, es mantener un estado emocional de felicidad de manera constante.

  1. ¿Cómo le hago para mantenerme atenta a mi sentir? Eso lo expliqué en el blog anterior.
  2. ¿Cómo hacerle para que mi estado emocional sea de felicidad? El día de hoy toca platicar la respuesta.

Para responder a la primera pregunta de cómo “estar atenta”, utilizo mucho la conciencia de saber, que afuera sólo es una proyección de mí. Me lo recuerdo y entonces paso la atención de afuera hacia adentro. Aunque realmente no hay separación, y eso lo expliqué en el blog anterior. Pero el chiste es que si uso mucho mi mente y conocimiento, para decidir voltear a verme y sentirme.

Ahora en el paso de “ser feliz”, debo quitar la mente y el conocimiento. Aquí ya no lo necesito.

Usé mi mente y conocimiento para motivarme a dejar de ver afuera. Y usé la mente para recordar que no hay mucho que hacer afuera.

Pero ya en el punto donde “llegué”, es decir, ya que por fin decidí ver mi interior, aquí la mente sale sobrando.

Entonces, ¿cómo le hago para que mi estado emocional sea de felicidad?

Primero sintiéndome. No pensando. No.

Aquí quito mi mente y sólo me enfoco en sentirme.

Si me ayudo con la pregunta: Ari ¿cómo te sientes? Pero luego no hago nada. Sólo decido sentirme para obtener mi respuesta.

Yo creo que el paso uno para sentirme feliz, es ubicando primero como me siento en ese momento. Ahí es mi punto de partida.

Y no importa cómo me sienta, lo que importa es que estoy presente conmigo sintiéndome.

Si me siento mal, está bien. Me permito sentirlo y me entrego a ese sentir. Como si me fusionara con esa emoción. Como si me hiciera una con la emoción, para en verdad vivirla al 100%.

Cuando hago esto lloro, tiemblo, me dan piquetes en algunas partes del cuerpo, siento como si me desapareciera. Mi conciencia desaparece y me voy no sé a dónde. Simplemente de repente regreso y ya no está esa emoción.

Es muy importante que sepas que somos felicidad, paz, dicha, plenitud y amor.

Si no te sientes así, es porque estás generando procesos de pensamiento que no te permiten sentirte.

Otra cosa importante también es que recuerdes que siempre estás a salvo, no importa que emoción sea, no te pasará nada si la permites en ti. Si la permites sentir.

La mayoría de las veces no vamos hacia nuestro interior porque nos da miedo. Y aquí es importante usar la mente y el conocimiento para recordarte que lo único que hay dentro de ti son pensamientos (consciente o inconscientes), y pregúntate: ¿puede realmente hacerte daño un pensamiento? La respuesta es que si tú crees que sí, pues sí. Si lo padecerás y te asustarás y  moverá tu vida por completo. Pero todo ello porque tú así lo decidiste creer. Realmente ningún pensamiento es nada y no significa nada. Siempre eres tú el que cree o no ellos. Tengo ya un blog donde hablo de los pensamientos y ahí explico más al respecto.

Pero por lo pronto, recuerda que tu ser es luz. Entonces en el momento en el que decides ver dentro de ti, iluminas tu cuarto obscuro. Y digo cuarto obscuro porque normalmente, como no ves dentro de ti, pues no hay luz, sino sólo pensamientos inconscientes generándote miedo y ruido.

Otro tema importante también sobre la felicidad, es que muchas veces nos sentimos felices, pero nuestro afuera como que no nos checa. Esto es señal de que realmente hay algo en ti que lo está generando. O bien, también sucede que me dicen: Ari es que yo soy muy feliz, mi familia me quiere, pero en mi trabajo me va mal. Aquí siempre comento que cada área de nuestra vida tiene diferente emoción.

Entonces, ubica aquellas áreas donde no te está yendo bien y ahí es donde debes trabajar las emociones.

Donde te va bien, pues no hay mucho o nada que trabajar, pues ya te sientes bien. El tema es donde no te va bien. Ahí es donde encuentras la oportunidad de conocerte y adentrarte en ti.

Entonces, regresando a la pregunta: ¿cómo le hago para que mi estado emocional sea de felicidad?

Primero ubicando la emoción presente.

Segundo permitiéndola en mí, viviéndola, sintiéndola, conociéndola, aceptándola, abrazándola, para finalmente dejarla ir o integrarla.

Como mi estado natural es la felicidad, una vez que hago el paso 1 y 2; mi ser descansa y brilla.

Muchas veces no es fácil porque inventamos pretextos para no sentirnos, no vernos. Preferimos distraernos afuera o usar cosas de afuera para sentirnos bien. Pero mientras uses las cosas externas, siempre será un relajo porque querrás tenerlas siempre pensando que la felicidad está afuera; cuando no es así. O cuando las tienes, te darás cuenta que no había nada, y sentirás un vacío.

La ventaja de ser feliz, viviéndolo desde mí, es que mantengo ese estado de plenitud, no importando afuera. Y de hecho afuera comienza a generarse las manifestaciones que quiero; y ahora sólo las observo sabiendo que son reflejo de mi bienestar.

Otras formas que he utilizado para sentirme feliz es haciendo listas de agradecimiento, pensando en qué si quiero, qué sí puedo y qué sí tengo.

Hay otros momentos que, si bien, si quiero ser feliz; como que mi estado de ánimo no me da para escribir o para hacer algo. Como si estuviera dormida en la tristeza o negatividad, no me da la energía para ponerme hacer algo respecto a mi falta de felicidad. Cuando detecto esto, pido ayuda a mi ser superior, para que por favor, me den ganas de ser feliz.

Otras tantas, reconozco que no quiero ser feliz, y entonces me doy el permiso de no estarlo; y al hacer esto, muy chistoso, pero mi estado emocional mejora. Y esto es así porque dejo de oponerme a lo que es. Dándole la bienvenida a lo que es. Y eso libera energía dando paso a la libertad.

Otras manera en la que me he ayudado a ser feliz, es ubicando que me hace feliz en el mundo de las formas; sabiendo claramente que nada en el plano físico me dará la felicidad, pero que está padre el saber que podría vivirlo. Nuestra necesidad de amar, y crear es nato. Entonces imaginar situaciones placenteras, también me hace feliz. Sobre todo sabiendo que no necesito la manifestación física para serlo, sino sólo con imaginarlo y vivirlo aquí y ahora; ya puedo serlo. Y chistoso porque eso que imagino,  si mantengo ese estado emocional llegará cuando menos pienso.

Aquí implica hacer tu lista de qué te gusta vivir y experimentar: la pintura, el baile, la naturaleza. Tantas opciones para disfrutar que nos da la vida. Que en verdad, como es posible que nuestros pensamientos nublen todas las posibilidades que hay.

También trabajo mucho el ser feliz momento a momento, pase lo que pase. Simplemente porque todo soy yo y es parte de mí.

Y por último también me hace feliz el ser observadora del mundo y darme cuenta como es que todo funciona. Mi cuerpo, mi mente, el sol, los planetas. Maravillarme de toda esta experiencia.

Como tu elección de vivir una cena en un restaurante hermoso, ha sido concedido por la vida. Pues todo se organizó a la perfección para que yo pudiera estar sentada ahí disfrutando mis alimentos.

Justamente ayer fui al teatro a ver Ballet y uno de los personajes principales era un joven guapo, alto, musculoso, apuesto; que bailaba con una delicadeza que yo decía: wooooow!!! Éste ser humano nació para bailar ballet.

Es decir, un maestro de baile iba a necesitar un hombre así de atractivo, musculoso que le interesara bailar ballet y la vida se lo concedió desde antes que él supiera que lo iba a necesitar.

¿Si se dan cuenta de la maravillosidad?

Wow wow.

Me encanta.

Con mucho cariño,

-Ariadna Salazar León